"Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas". Albert Einstein.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Banco italiano acepta quesos como garantía de préstamos


La bóveda del banco Crédito Emiliano se llena de quesos apilados que han sido entregados como garantía por los productores para recibir préstamos que pagarán cuando el queso se haya añejadoNo todo lo que brilla en la bóveda climatizada del banco Crédito Emiliano es oro, sino algo que en Italia es igualmente apreciado: queso parmesano en proceso de añejamiento.
Interminables hileras de hormas doradas de 39 kilos, apiladas hasta 10 metros de altura en una bóveda de seguridad, se añejan durante dos años al cuidado de empleados bancarios capacitados en el venerable arte de la fabricación del queso de Parma.

Los productores de parmesano obtienen crédito para su negocio, usando el producto como garantía mientras lo someten al prolongado proceso de añejamiento. Si bien este mecanismo no nació en la crisis actual sino que se remonta a la inmediata postguerra, los productores dicen que es más importante que nunca, ya que mantiene el crédito en marcha durante tiempos en que escasean los fondos.

''En tiempos de crisis, el sistema ayuda a los queseros'', dijo Iginio Morini, vocero del Consorcio del Queso Parmigiano-Reggiano Cheese Consortium, el cual agrupa a los más de 400 productores que son los únicos autorizados a comercializar su producto bajo el nombre ''Parmigiano-Reggiano''.

El quesero entrega, por ejemplo, el 25% de su producción a un depósito bancario y recibe un certificado que el banco acepta como garantía de un préstamo. En muchos casos, el quesero vende el título a un distribuidor mientras el queso se añeja.

El típico productor de Parmesano que fabrica 7 mil hormas por año deja unas 2 mil en garantía. De acuerdo con el cálculo de Morini, cada horma vale unos 300 euros (425 dólares) , de modo que el valor de la garantía es de unos 600 mil euros. El banco otorga un crédito de entre el 60% y 70% de ese valor, o sea unos 420 mil euros.

Ese negocio constituye apenas el 1% del ingreso anual del banco, pero es crucial para su imagen en la región, donde la agricultura es uno de los sectores clave de la economía, dijo William Bizzarri, director de la subsidiaria del Credito Emiliano a cargo de los depósitos queseros.

Fuente: El Universal (Mexico)

sábado, 12 de septiembre de 2009

PARECERES. Espacio de opinión

Lo busco y busco y no lo consigo..Pero de que hace falta, hace falta. ¿Dónde está?

Por estos días en los que me encontraba de paseo por Venezuela, tuve la dicha de reencontrarme con unos cuantos primos queridos, que desde hace meses no veía, con los que por cierto comparto una lista interminable de recuerdos, vivencias y experiencias maravillosas al lado de seres queridos que por cosas del destino ya no están entre nosotros pero que no olvidamos ni por un instante. En una de esas conversaciones inevitables por estos días referida a lo que nos deparan los años por venir en nuestra patria Venezuela, y que desde mi óptica no se deben evitar, (estas charlas)uno de mis primos me hizo el comentario de que desde su perspectiva todavía de entre los venezolanos no había surgido un liderazgo en el que valdría la pena creer y al que tuviese sentido seguir, afirmación por demás curiosa, ya que coincide con la de muchos compatriotas que siguen a la espera de un mesías, un segundo Jesucristo (guardando las distancias y con el perdón del creador) que venga y nos salve de la penosa situación en la que vivimos. Escuché con atención e inmediatamente replique: ¿Querido primo, alguna vez te has preguntado si ese liderazgo pudiese salir de tu círculo inmediato de amigos y/o compañeros de vida? ¿Por qué no pensar que ese líder puedes inclusive ser tú? ¿Por qué sigues esperando que los demás intervengan cuando la solución, de seguro esta en tus manos? En ese momento, y aprovechando su silencio, procedí a comentar mis pareceres al respecto. En primer lugar, le explique que si bien el país no vive su mejor época en ninguno de los aspectos, es más sano pensar en lo que podemos y debemos hacer para recomponer lo que no funciona, que desgastarnos psíquica y emocionalmente con lo que tristemente está funcionando mal. Es cuestión de percepciones, como bien lo ha dicho en repetidas ocasiones mi estimado amigo y colega Dr. José Antonio Tinto, profesor de la ilustre Universidad de los Andes. Sinceramente, soy de los que prefieren mirar el vaso medio lleno que mitad vacio y sobre esa base, construir, aportar, desarrollar. En segundo lugar, ese liderazgo que tanto esperamos debería salir de nosotros mismos. De hecho, cado uno de nosotros en alguna de las circunstancias y roles que asumimos día a día, somos y debemos ser líderes, para que, asumiendo nuestra responsabilidad y compromiso, comencemos a cambiar aquello que nos parece inadecuado. Recuerdo una frase célebre que aprendí cuando niño que reza "Poquito a poquito se llena el jarrito, lo importante es ser constante" y estoy más que seguro que su esencia aplica sobremanera a la situación descrita. Si cada uno de nosotros se propone cambiar desde su círculo personal y cercano aquello que se requiere para modificar positivamente nuestra realidad, en ese momento se comenzaría a construir ese cambio que como sociedad deseamos tener. De seguro, haciéndolo con constancia, pasión, perseverancia y mucho amor lograremos ese estadio de cosas que tanto deseamos y que tanta falta nos hace. Seguidamente le referí mi visión personal acerca del por qué algunas cosas no marchan del todo bien en nuestra querida Venezuela: La razón fundamental ha estado en que los venezolanos durante muchos años hemos dejado las decisiones importantes y toda la responsabilidad en manos de terceros (Creo todavía en muchos prevalece esta filosofía) los que, mal o bien, hicieron los que les convino o en el mejor de los casos lo que sus conciencias les dictaminaron. Empero, Ahora que al país ha llegado una raza de líderes incompetentes provenientes de la Venezuela bizarra (La que nunca debió salir a flote) empezamos a sentir que las cosas van por mal camino y recurrimos a la ya citada esperanza del mesías. Ahora bien, lo grave del asunto es que si seguimos por este camino, de seguro la patria terminará de fallecer, por lo que, con mucha humildad, te invito, le dije, a que asumas tu responsabilidad y desde tu reducto personal, profesional y familiar ejerzas liderazgo y comiences a transformar al país. Desde esta tribuna y para aquellos que lean estas sinceras y sentidas líneas, vaya mi invitación a que de una vez por todas asuman sus responsabilidades, ejerzan liderazgo y propicien los cambios que se deseen obtener. No hay culpables. Nosotros hemos sido, somos y seremos responsables de nuestros destinos. Por nosotros, nuestros hijos, familia y país, despertemos y reaccionemos. Es el momento, no de salir violentamente a las calles, quemar cauchos y perjudicar al prójimo. Es el momento de buscar la excelencia a través de mecanismos que coadyuven al crecimiento personal, espiritual y profesional de todos. Cada uno debe poner una piedrita (aportación) y de esta forma construiremos la gran y virtuosa potencia que algún día, más temprano que tarde llamaremos LA NUEVA VENEZUELA.

Finalmente unos consejos para encaminarnos hacia la excelencia:

1.- No llegues tarde. Se puntual.

2.- No botes basura en la calle. Usa papeleras.

3.- No ofendas a tu prójimo. No es lo que entra a tu cuerpo lo que te hace indigno sino lo que sale de él.

4.- No te comas la luz roja en los semáforos.

5.- No te colees en las filas de los bancos ni en ningún otra fila. El más vivo debe dejar de ser la coletilla con la que nos relacionan a nosotros los venezolanos.

6.- Si no es tuyo, no lo tomes. Si sabes de quien es, entrégaselo.

7.- El mejor conflicto es aquel que se evita.

8.- Rescata y fortalece la moral, la ética y los buenos valores en tu familia. (Los buenos, los que nos hacen seres superiores, no los que mal llaman valores en esta bizarra patria, pero que de seguro juntos recataremos, si así lo queremos.9.- Finalmente, haz, haz y no esperes que los demás hagan por ti. Es mejor fallar en el intento que arrepentirse por no haberlo hecho.

Gracias por leer estas líneas. Espero te sirvan tanto como me han servido a mí.

Autor: Yolmer Romero
Fecha: viernes 4 de septiembre de 2009
Fuente: yormerromerososa.blogspot.com